4/10/2005

Nudo urbano

Carlos Alberto Patiño

Era el verdadero paradigma del caos urbano. La confluencia de Insurgentes, avenida Chapultepec, Oaxaca, Jalapa y Génova formaban un auténtico nudo gordiano.
Cruzar por ahí y sobrevivir era una hazaña, Tanto para los peatones como para los automovilistas.
Para complicar más las cosas, por el lugar también circulaban tranvías. Era tan peculiar el crucero que había un letrero colgado de un poste que decía “Precaución, dos carros no libran”. La advertencia era para los conductores de los tranvías, pues si dos de estos armatostes, de ida y venida, se encontraban en el punto no podían pasar.
Así que debían detenerse y pasar por turnos, con el consiguiente bloqueo.
Los embotellamientos en las horas pico eran antológicos.
Por supuesto, también había autobuses y camiones refresqueros. Era como un cuento de Kafka.
La cereza del pastel: había sujetos que se estacionaban en doble y hasta en triple fila.
Algún día me tocó pasar horas mirando la marquesina del cine Insurgentes que anunciaba una serie de cortos de Flash Gordon.
Pero, como a todo nudo gordiano que se respete, a este se le resolvió de tajo, Esta vez no de la espada de Alejandro Magno, sino de la picota de Alfonso Corona del Rosal.
El regente terminó con el problema gracias a la construcción del Metro, que acabó con el laberinto para dar lugar a la glorieta que todos conocemos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Nudo? de ése entonces,por que ,si
hubieras visto,el qué me tocó hoy,
en RIO CHURUBUSCOy EJE 5 SUR,verías qué no fué nudo gordiano
si no,ROSARIO!